lunes, 22 de febrero de 2010

Descubrimientos


Pisé el último escalón sintiéndome triunfante.

-Felicidades - dijo la rectora.

-Gracias... muchas gracias - respondí lenta, pero precisamente.

Todos estaban de pie. En sus rostros veía cariño, alegría y orgullo. Durante el tiempo que viví preguntándome por qué había nacido con parálisis cerebral, todo era obscuro y vacío. Fue hasta que descubrí que tenía una voluntad descomunal cuando todo cambió. No existe tal cosa como lo imposible, concluí.



domingo, 7 de febrero de 2010

Little Heart


Little boy and little girl have been together forever.

One day he came to say good bye.

-¿Why are you leaving? - she asked.

-Because I don't belong here anymore - he sadly said.

-¿What happened?

-I grew up.

He turned around and walked to the mountain.

-¿Will I ever see you again? - she yelled.

-Yes, when you grow up too.

Little girl was happy and made a promise to herself,

she would look for little boy once she was an adult

but she will never loose her inner child.


martes, 2 de febrero de 2010

Sin réplica

Para el doliente andar

de los corazones que han sido abandonados



Carente de sentido y de razón

dijiste adiós una tarde cualquiera.

Sabiendo que rompías este corazón,

aún así, saliste por aquella puerta.


Fueron días y noches obscuros.

Fue mi primer gélida primavera.

A veces pienso que a cuenta gotas,

moría incontrolable e innecesariamente.


Una mañana le gané batalla a la angustia.

Supe que era suficiente tener por trabajo a la tristeza,

levanté la mirada y sin aviso,

un fuego interno me hizo volver a vivir.


Dejé el miedo atrás.

Salí de las tinieblas y pude respirar.

Otra vez poseía este cuerpo, mis palabras recuperaron su fuerza

y en ese momento, volví a empezar.


A la par que borré tu recuerdo, volviste a mi.

Hablaste con desilusión

sobre las cosas que habías perseguido.

Pronunciaste palabras de amor

que escuché por primera vez.

Comprobé que tienes un gran encanto.

Ese que me conquistó en una sonrisa,

con el que soñaba incluso de día

y al que eché de menos en mi larga agonía.


Tal vez y sólo tal vez,

si en tu desesperación por huir,

hubieras sabido lo que dejabas atrás,

hoy no estarías sufriendo, ni suplicando,

ni teniendo que escuchar

que estos labios ya besan otra boca,

que mis brazos cobijan otro cuerpo

y que mis ojos se iluminan por otro rostro.

¿Mi corazón?

Está más vivo que nunca

y lleva claramente tatuado

un nombre que no es el tuyo.