viernes, 15 de enero de 2010

"Cuando los disparos habían acabado y el cielo descansaba de las bengalas, llegó la oscuridad. El ruido exorbitante que antes reinaba se convirtió en silencio y un aire de desesperación inundó el campo. La muerte rondaba el lugar, su andar era pasivo y gélido. En la mente de los soldados existía una única súplica:

rápido... que sea rápido."


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